Por otra parte, al ser de conocimiento de todos los participantes cada una de las transacciones que se efectúan y tener cada uno de ellos en archivo a todas ellas, es un sistema descentralizado, cooperativo, imborrable y de casi imposible manipulación. Porque el que lo manipule o falsee, tendrá que engañar a todos y cambiar todas las operaciones, al ir atadas . Consecuentemente, en lo que se refiere al BTC con el sistema de Cadena de Bloques, se trata de una moneda descentralizada que no manipulan ni la autoridad Central, ni hackers, ni se validan las operaciones por ningún miembro oficial o privado del sistema financiero. Por ello, tampoco es posible eliminar el sistema o la moneda virtual BTC . Se trata de millones de personas: no hay responsable último. Son todos y no se sabe quiénes son. Es virtual, es criptografía pura, nadie controla, no hay sustancia material alguna.
EN CUANTO MONEDA : CONCEPCIÓN LIBERTARIA Y ABIERTA QUE CHOCA CON EL MONOPOLIO DE LOS ESTADOS SOBERANOS
Evidentemente, más que liberal capitalista, es un sistema libertario. Elude la manipulación del valor de la moneda a través de la Política Monetaria, ya que no hay autoridad alguna; evita la inflación a través de emisiones sin control (se emitirán 21 millones de BTCs), no hay reglas impuestas por los políticos; ni comisiones bancarias, no hay intermediarios; nadie tiene la exclusiva de la información (con nombre y apellidos), para aprovecharse de ella o filtrarla; es infinitamente más rápido… y es seguro.
En cuanto a moneda, esa es la gran aportación,… y el mayor problema. Porque en su concepción se enfrenta al poder, al orden establecido y conlleva un ideal sobre la naturaleza humana, sin duda sorprendente. Ya que, en contraste con lo utópico, al poder le ocurre lo que al nogal: no deja crecer nada bajo su sombra. Claro que el sistema BTCs es escurridizo, eliminarlo, es como intentar matar moscas a manotazos. No se puede.
Pero, como veremos, se puede regular acotando su campo de acción.
Por ahora está en fase larvaria, no ha llegado a ser medio de pago, es solo un medio de acumular valor y por tanto de especular… ambas acciones de forma anónima.
Las pruebas de lo que digo.
Primero. El
BTC nació en el año 2009. Fue creado por alguien bajo el apodo
Nakamoto y usa el sistema
Blockchain. Para haber transcurrido ocho años, no haber sufrido apenas correcciones y regulaciones de los poderes públicos y conocerse en el mundo entero, parece insustancial e irrelevante el número de establecimientos comerciales que admiten el pago en
BTC. En España, solo el 0,01 %. En EEUU, menos aun. Por ejemplo, en Nueva York (95), hay menos comercios que en Madrid (110) que admiten
BTCs (ver:
CoinMap.org). Y sin embargo la “capitalización” actual del
BTC (a primeros de abril de 2018) ll
egaba a unos 100.000 millones de euros y para comparar, en España había en circulación, a finales del pasado 2017, la cifra de 27.300 millones de euros en billetes y monedas. Es por tanto, una cifra muy respetable,… pero, tras prácticamente diez años de crearse, no se usa para las actividades comerciales diarias. En absoluto.
Segundo. Según lo anterior, el BTC, no supone ninguna alteración en el orden comercial establecido, ni casi en el bancario y tampoco en el monetario. Las autoridades monetarias lo miran como una curiosidad, con cierto desdén.
Tercero. En el orden fiscal, ya es otra cosa. Las transacciones de BTCs son seguras, imborrables, rápidas,… y anónimas. Se sabe que desde el algoritmo X se ha transferido determinado número de BTCs al algoritmo Z, pero no hay forma de conocer quién está detrás de esos algoritmos.
Consecuentemente, se trata del perfecto paraíso fiscal, un paraíso fiscal virtual. Imbatible. Sin cabeza responsable, sin localización, sin domicilio,…
El fisco reclama a los contribuyentes que incluyan en su declaración de renta las ganancias obtenidas con los BTCs, y en general con las criptomonedas, pero no va a tener forma de comprobarlo salvo el caso de que las ganancias se hayan convertido en euros, dólares, etc… en algún establecimiento que sea detectable por la Hacienda Pública.
SIRVE COMO ACUMULADOR DE VALOR Y PARA LA ESPECULACIÓN.

En cuanto a
acumulador de VALOR : las criptomonedas en general y el
BTC, en particular, están jugando un papel de acumulador de valor, eludiendo controles que lo puedan dañar (política monetaria, o sustraer ganancias, política fiscal). Se halla en un estadio inicial de algo que siendo valorado por la gente, no merece tanta confianza como para aceptarse como medio de pago. Así ocurrió en la antigüedad con la sal y con otras muchas cosas, sobre todo con el oro: facilidad para guardar, atesorar; aceptación generalizada; escasez o al menos seguridad sobre la cantidad existente,… (el oro es escaso; el
BTC también, máxima cantidad a emitir 21 millones de
BTCs, ahora hay unos 18 millones de
BTCs). Está bien pensado. El tal
Nakamoto sabía lo que hacía.
Dando por hecho que el BTC es, por ahora, y dudo mucho que pase de ahí, un mero acumulador de valor, seguro, anónimo, aceptado por suficiente número de personas y absolutamente opaco, caben algunas preguntas respecto a su precio y a la especulación.
¿A qué nivel llegará? ¿Se hundirá o se recuperará ? .
Vamos con las opiniones de los “winners“, de los triunfadores : Nouriel Roubini (fundador y dueño de RGE y pronosticador que clavó la crisis de las hipotecas de 2007), dice abiertamente que “las cripto son una gigantesca burbuja que acabará estallando, con pésimos efectos sobre la economía, es algo piramidal estilo Ponzi” (los nuevos que entran pagan los beneficios de los que ya están dentro, como Forum Filatélico). Otra opinión : el “Oráculo de Omaha” Warren Buffet siempre ha dicho que “jamás entraría en algo que no conociera”. Y así lo ha afirmado respecto al BTCs.
En el lado contrario : George Soros, el sinuoso intrigante húngaro, que se hizo famoso al jugar contra el Banco de Inglaterra y ganar,… 1.000 millones de libras en 1992, dijo que los BTCs son un fiasco,… y ahora anuncia que ha comprado un buen fajo.
Su compañero en Bilderberg, y tan rico que ni aparece en la lista Forbes, Rockefeller, ha hecho lo mismo.
Y en relación al actual nivel de precios resulta una curiosidad el hecho qué:
Si el BTC jugara el papel del oro actual y tuviera una consideración semejante : el precio sería de 1 BTC = 250.000 dólares.
Si tuvieran razón los críticos : 1 BTC = 0 dólares.
Un poco amplio el abanico ¿No? De ahí su tremenda volatilidad. No se sabe aun qué ocurrirá.
Y por tanto, hay argumentos para criticar a futuro ambas posiciones, la de comprar y la de no comprar.
Desde el punto de vista del Análisis Técnico, el BTC ha roto la resistencia de los 7.000 $ nivel en torno al cual, tras las caídas de los meses anteriores, se hallaba en rango. Lo suyo es un rebote para apoyarse en ese nivel, que antes era resistencia, y que suba. Los indicadores de tendencia marcan líneas negativas e impulsos bajistas. Los osciladores,..hay que andar con pies de plomo. No entres en apalancamiento con CFDs sobre Bitcoins, la volatilidad del BTC puede arruinarte.
Los mayores y menores volúmenes y el momentum, han acompañado siempre hacia arriba o hacia abajo las cotizaciones de cualquier activo. En el caso de los BTCs, curiosamente la locura de las subidas septiembre/diciembre desde 3.500 dólares hasta 20.000 dólares, fueron acompañadas, como vistoso contraste, de menores volúmenes de intercambio: en esas semanas se deshicieron muchas posiciones largas ante la afluencia brutal de minoristas. Y ya se sabe, si entras en un bar de tu barrio y oyes que en un grupo de amigos, mientras ven la tele y largan el chato, uno dice: “voy a comprar 20 ethereums”, sal de estampida de los ethereums. Compra cuando salga el banquero y vende cuando entre el zapatero. Lo cual parece fácil, pero no lo es. No lo es porque los paradigmas de la masa arrastran más, mucho más, que el sentido común y el equilibrio.
Cuando mucha gente opina en una dirección o sentido, generalmente está equivocada. Es casi imposible darse cuenta de ello y eso que se sabe tan desde antiguo, que los romanos lo llamaban “argumento ad populum“, traducido ahora como “el sofisma populista” o sea que el argumento imbatible es ir en una dirección porque “un millón de moscas no pueden estar equivocadas”.
Y hay razones o causas que explican el formidable batacazo del BTC y de las cripto, en general, desde diciembre de 2017 : regulaciones más estrictas en Japón y en China; prohibiciones de publicidad en Facebook y en Twitter; prohibiciones de algunos bancos de EEUU y RU de comprar cripto con tarjetas de crédito; y ahora: venta masiva de criptos en EEUU para pagar el impuesto sobre la renta ( antes del 17 de abril ).
Pero la razón más convincente es la fuerte entrada de minoristas, de “millones de moscas”.
¿SUBIRÁ O BAJARÁ EL PRECIO DEL BTCs Y DE OTRAS CRIPTOMONEDAS?
Prefiero no señalar mi postura porque tampoco la tengo clara y a quien la tenga, le cito unos cuantos casos de “aciertos” respecto al futuro :
“Nadie comprará nada a través de Internet” ( Newsweek 1995 ); “Internet explotará” ( R. Metcalfe creador de Ethernet ); “La TV desaparecerá en unos meses” ( D. Znuck Pte 20th Century Fox 1946 ),… “No hay ninguna razón para que alguien quiera tener un ordenador en casa” ( K. Olsen Pte de Digital Equipment Corp. ). Hay más, muchos más. A nivel doméstico tenemos el genio Solbes que vendió el 43 % de nuestras reservas de oro antes del 2008, arguyendo que era un activo no rentable y un totem del neardental. Lo vendió a precios entre 260 y 900 dólares la onza (ahora está a más de 1.300 y llegó a casi 2.000). En realidad, en este caso, el Banco de España registró notables beneficios, porque tenía contabilizada la onza de oro a 100$ (lo que da la risa tonta, para auditarlo,..), y además la desastrosa venta ayudó al famoso Plan E de ZP, para hacer hoyos e inmediatamente taparlos (para crear empleo keynesiano). Parte del oro fue al BCE, que fue quien pidió a los países del euro que se deshicieran de las reservas de oro. Por supuesto Alemania no hizo caso. Hizo justo al revés, aumentó sus reservas de oro. Francia e Italia tampoco hicieron mucho caso. Los políticos nunca dicen la verdad, eso se queda para los hombres de Estado.
Y el ser humano, cuando cree adivinar el futuro, suele errar casi siempre. Y cuando acierta, suele ser, es, por azar (la vida humana tiene mucho de lotería).