Las Montañas Supersticiosas

Cuentan las leyendas que en la noche de Halloween los muertos vivientes toman las calles de todas las ciudades y deambulan a sus anchas. Pero por lo visto, lo paranormal no solo cobra vida esa noche.

La “Montaña Supersticiosa” alberga malos augurios debido a la riqueza de oro que esconde dentro de ella. La maldición de esta colina situada en Phoenix comenzó en 1540 cuando el conquistador Francisco Vázquez de Coronado, cegado por el oro, decidió preguntar a los indios Apaches si la montaña realmente guardaba en su interior el metal precioso tan ansiado. Los indios le respondieron que sí, pero que no le ayudarían porque la montaña se encontraba en tierra sagrada y estaba protegida por el gran Dios del Trueno.

Los españoles no hicieron caso y se enfrascaron en la búsqueda del tesoro, pero la mayoría no regresó. Los Apaches dijeron que el Dios del Trueno había terminado con ellos, y al encontrar algunos de los cuerpos la leyenda fue adquiriendo fuerza. El conquistador decidió finalizar la búsqueda y otorgarle el nombre de “Montaña Supersticiosa” a aquel lugar maldito.

Trescientos años más tarde otro español decidió ir en busca del oro. Don Miguel Peralta tuvo más suerte que el conquistador Coronado y acabó encontrando cantidades valiosas de este metal precioso. Pero tuvo peor suerte que su compatriota, ya que en este caso no fue el Dios del Trueno quien le castigó, sino los Apaches, que enfadados con los españoles por ultrajar tierra sagrada, decidieron masacrarlos a todos.

Por lo visto la montaña sigue estando maldita. Aquellos aventureros que deciden ir en la búsqueda del oro acaban desapareciendo de forma misteriosa o deciden no volver nunca más y salen despavoridos del lugar. Y es que los indios Apaches aseguran que la montaña se encuentra protegida por el Dios del Trueno y que este nunca dejará que nadie le robe su oro.